Tras
muchos años de corredor sin ánimo de “lucro” en lo que a marcas se refiere,
este 2014 me planteaba por primera vez el preparar una carrera con el objetivo
(además de disfrutar) de rebajar una marca.
Si
en Chicago había conseguido “Mi número Pi”, ahora la idea era bajar de 3 horas
10 minutos, marca que me podría permitir acceder a determinadas carreras
impensables para mi hace no mucho tiempo.
Que
mejor lugar para “cumplir” que mi querida Sevilla, ciudad que tantas vivencias
me ha traído. Y que mejor compañía, dado que mi costilla tenía el “congreso”
anual en la City, que Borja y mi padre que esta vez venían en condición de
suporters, aunque finalmente aprovecharían para correr unos kilometrillos….
Tras
unos días previos entre largas caminatas, cervezas, tortillita de camarones,
jamoncito de la zona y un sinfín de bares recorridos, llegaba el día de la
carrera que afrontábamos con una estrategia Napoleónica….
Como
punta de lanza saldríamos Carlos (excelente compañero de entrenamiento y que se
estrenaba en los 42 km) y un servidor con el objetivo marcado. Por detrás esta
vez estaría Pili y Diego Rivas controlando la parte media y por último el Pa,
cumpliendo su objetivo de terminar un maratón, año y medio después de haber
empezado a correr.
Impresionante
salida y a un rimo constante recogíamos a Borja que nos haría de liebre 10 kilómetros
donde pudo comprobar la velocidad de crucero de los “Puntas de Lanza”, pasito a
pasito y a un ritmo constante de 4:20 min/km llegábamos al kilometro 26 donde
ya me despegaba para trotar en solitario los últimos 16 km. Río, Maestranza,
Macarena... quedaban atrás y llegábamos al impresionante Parque Mª Luisa y
circunvalávamos la grandiosa Plaza de España, cuando las fuerzas ya flaqueaban.
Amago de rampa en la Alameda que me obligaba a reducir el ritmo, mientras en un
considerable esfuerzo físico y mental los kilómetros caían algo más despacio,
mientras la cabeza no paraba de girar…Muchos pensamientos, buenos pensamientos,
recuerdos de todo, canciones, “Rent” de nuevo, las trotadas matinales, los
amaneceres en la playa, los últimos 3 kilómetros que parecían más largos, pero
eran iguales que los que recientemente corro con mi “costilla”, el estadio ya
estaba a la vista, pero aun así no llegaba y la “serpiente” amenazaba muy
seriamente con morder y arrancarme el isquiotibial, pero ya estaba en el
túnel….El túnel que Abel Antón veía
primero en 1999 para coronarse campeón del mundo en esta distancia que si te
pasas te puede reventar….Del sol pasabas momentáneamente a la oscuridad para
salir al tartan y ver el arco de meta, no sin antes terminar con tu “vuelta de
honor” delante de una grada repleta que me hacía emocionar como hace tiempo,
para entrar en 3horas 5 minutos exultante de alegría y con una emoción muy
difícil de explicar.
Tras un poco de estiramiento tocaba
volver por donde había venido, en un paseíto de 7 km extra, que sumados al de
antes de la salida redondeaba los 50 en el día, pero estos, ya con la medalla y
mi cervecita mientras me cruzaba con corredores llegando, se hicieron bastante
más cómodos.
Tocaba
despedidas y regresos todos con el gran premio de la terminación de esta
carrera, pero aun había tiempo para unas últimas cañitas y una magnífica copa
frente a la Giralda con nuestros anfitriones sevillanos, que en breve espero poder
repetir, aunque ya en un entorno menos deportivo.
Siguen
pasando los años y las marcas bajando, aunque con esta pienso que me planto en
ese aspecto, pero me quedo con las grandes sensaciones vividas que es lo que me
hace disfrutar. Los objetivos se han cumplido, la marca se ha conseguido y el
viaje se ha disfrutado, ¿Qué más se puede pedir? Ahora toca descansar y cambiar
las zapas porque llega la montaña….
2 comentarios:
grande! vaya marcaza, aqui uno no puede levantar el piston ni siquiera unos dias...
ENHORABUENA BIKILA!
La próxima....juntos los 42 km ;)
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