SOLEDAD

            El titulo puede llevar a engaños dado el concepto, incluso el significado en nuestro idioma conlleva.

            Quien no ha oído la frase “Te vas a quedar mas solo que la una”; sin embargo existe otro tipo de soledad además de la referida en la frase. De hecho en ingles utilizan dos palabras completamente diferentes,  “loneliness” y “solitude”, siendo la segunda un estado más trascendental que real.

            También en francés se utilizaba la palabra “isolés” para definir a los ciclistas sin patrocinio que con su dinero y coraje afrontaban las largas y agónicas pruebas a principios del siglo XIX.

            Es esta Soledad con uno mismo la que me interesa cada vez mas, ya que sin darme cuenta y desde hace ya muchos años, la he venido practicando con enorme satisfacción interior.

            Siempre he sido muy independiente y desde bien pequeño cuando mi familia dormía en fin de semana yo me iba a desayunar unos churros ante la sorpresa de la gente al ver a un mengajo de 8-10 años que venía solo en bicicleta a desayunar en una mesa mientras leía el periódico y le llevaba después el desayuno a sus padres; en los viajes que hacíamos no era menos y aun recuerdo en Mallorca de vacaciones, con unos 11 años “escaparme” a las 8 de la mañana a desayunar y comprar cromos en una ciudad que no había estado nunca.

            Mas allá de estas anécdotas, he podido constatar que esa Soledad que años después seguiría “practicando” con mis trotadas matinales por la playa y mis reflexiones frente al mar o bañado por él, han contribuido a generarme una paz interior y a dar soluciones  a muchos de los considerados “problemas” en distintos ámbitos que una vez bien desgranados no resultaron ser tales.

            Creo que he llegado a una conclusión, a la que hace muchos miles de años ya habían llegado la cultura y la filosofía de corte oriental y esta, es la necesidad de sentir la Soledad en determinados momentos, así como la  obligación de aprender a vivir, a sentir cada cosa que hacemos, comemos u olemos de forma que seamos conscientes del gran momento de vida al que estamos asistiendo y que será distinto al momento de después aunque en apariencia sea similar.

 Con estas máximas conseguiremos liberarnos de muchas de las “ataduras” a las que creemos estar sometidos y que sirven solo para culpabilizarlas de nuestra situación sin darnos cuenta que de nosotros depende la obtención de esa sensación de libertad que inconscientemente buscamos y por la que debemos esforzarnos en conseguir; lo que a la postre nos convertirá en mejores personas, contribuirá a aumentar nuestro bienestar interior y ayudará a aprovechar al máximo cada instante que vivamos. Reflexionemos y meditemos pues.

Naxet Bodhittsava dixit.