Algo más de medio año ha transcurrido desde la última incursión a mi apreciada Sierra granadina. Con idéntico acompañante (mi padre) pero pasando del triatlón al deporte blanco por excelencia nos encaminamos el pasado lunes para no perder la tradición de esquiar al menos una jornada por temporada.
Llegamos al hotel, lo trasteamos un poco y a los 10 minutos estábamos bajando hacia Pradollano (“si quieren tenemos un transfer para bajarle” “como?; “pa que si podemos pasear,”) durante un paseito de algo mas de una hora entre bajar y subir….
Cumplimos, como no, las pautas de tomar una cervecita con la tapa en el bar de siempre, antes de pasarnos a ver al “Tito Luigi”, recargar carbohidratos y bebernos una botellita de Rioja que ayudara a conciliar. La subida con el cielo tremendamente limpio y estrellado fue espectacular.
Al fin llegaba el martes y tras un megadesayuno, me plantaba a las 9:00 para no perder ni un minuto al pie del telecabina. Desde entonces fue un no parar de subir y bajar disfrutando cada bajada como si de la última se tratara y de cada subida en la silla admirando la grandiosidad de la sierra, respirando el aire puro y sintiendo cada momento de forma profunda en conexión con la naturaleza (mis lecturas budistas me están llevando a esto….).
Mientras mi padre leía, almorzaba y se recorría media sierra a pata mientras llegaba la hora de su relax a base de sauna, jacuzzi y masajes; otra muy buena forma de aprovechar el día…
Llegaban las 16:00 y a pesar de lo bien que lo estaba pasando, agradecía que fuera terminando la sesión de esquí, porque literalmente no podía con mi alma, así que tocaba el momento cumbre con la ascensión al Veleta para tomar a
almendritas mientras cerraban la estación, lo que me permitió hacer el último descenso en solitario como culminación de un día magnífico.
El año que viene si Dios quiere repetiremos ya acompañados de Borja y probablemente durante algún día mas, pues la experiencia bien lo merece.
5 comentarios:
Que bien que os cuidais la familia disfrutando conjuntamente. Me encanta. Te echamos de menos estos dias por la montaña. Besos.
ayyyy Toñi que ganas de correr por la montaña....; en cuanto me quite el Iron Man de en medio.... Volveré!!!!
Un beso!!!
Cooomo mola! Elaño que viene repetimos seguro y con algun dia mas =)
Esta bien no perder la tradicion de la cerveza en la cumbre
Yo me apunto!! xo al plan del Señor Manolo... :)
El año q viene a Baqueira!!!
ESter, a este ritmo deportivo al final vas acabar esquiando....
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